EL CRISTIANO Y SU APTITUD EN EL TRABAJO



PATRON-EMPLEADO

El escritor de la carta a Tito (2,9-15) da una serie de enseñanzas y recomendaciones a los diferentes segmentos que conformaban la iglesia cristiana. Habló a los ancianos y jóvenes, pero al mismo tiempo el apóstol tenía una palabra que decir para los siervos (personas que trabajaban para sus amos).

En la época que se redactó esta carta, la forma de relación económica era la esclavitud, tanto hombres como mujeres eran esclavos y esto los hacía propiedad de personas adineradas que venían a ser sus amos. En esta relación económica los esclavos se podían comprar en el mercado y así como variaba su valor también variaba su posición en la familia de sus amos, así había esclavos muy buenos, había malos y también así amos buenos y amos malos. 

Esto con el tiempo fue cambiando, hasta que finalmente se abolió la esclavitud y no fue por razones humanitarias, No, sino porque era más favorable pagarles por horas que estarlos manteniendo toda la vida como esclavos, resultaba más barato tener empleados que esclavos. Llegó un momento en que las máquinas y los esclavos dejaron de competir en costes y se convirtieron en un problema para los dueños de plantaciones. 

Los amos más avispados vieron fácil la solución: liberar a los animales de dos patas, librarse de estos improductivos recursos para comprar máquinas. Un galón de combustible fósil produce la misma energía que cuatro o cinco esclavos trabajando durante todo un día. Así que el triunfo de la maquinaria estaba cantado. Porque, además, una máquina no se enferma, no come, no protesta, no escapa, no duerme, no se cansa. Era una cuestión puramente económica. Así es como las relaciones económicas de hoy son diferentes dentro de la sociedad, ahora ya no hay esclavitud como lo había en el rudimento de la iglesia. 

Lo que en este pasaje bíblico está hablando de los esclavos sería equivalente a lo que hoy se entiende por un empleado en relación a su jefe, las relaciones económicas han cambiado, pero las verdades de Dios sobre el trato de empleado a patrono son las mismas, porque las verdades de Dios son permanentes para siempre.

El evangelio había llegado a Creta y ahí habían muchas ciudades y por ende varias iglesias, y entre los muchos convertidos habían esclavos y estos eran mayoría en las iglesias, y los esclavos se habían convertido al evangelio y sus amos NO. Y ahí el problema que el escritor bíblico de la epístola a Tito va a tratar, el esclavo convertido decía que no valía la pena obedecer a su amo si su amo era un pagano e incrédulo y muchos estaban revelándose a sus amos con la excusa de que eran cristianos.

Aquí la recomendación a los que trabajan, los que tienen un empleo: Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos,… (V.9)

Que un esclavo o empleado se haya convertido y que tiene un jefe incrédulo se pudiera ver tentado a desobedecer por ser incrédulo, idólatra, pero la palabra de Dios dice: Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos,…

La voluntad de Dios es que los empleados estén sujetos a sus jefes, sea que estén satisfechos con lo que les pagan o no, sea que les paguen mucho o poco, si es justo o injusto, eso no es el tema, el tema es que hay una relación de empleado a patrono y la biblia dice que al existir esa relación es responsabilidad del empleado obedecer a sus patronos. Ahora si no hay acuerdo con el salario se puede cambiar de trabajo, puede pedir a Dios que le habrá puertas en otro lugar, pero donde quiera que vaya a trabajar es una responsabilidad cristiana obedecer al patrono.

 Recuerdo una vez que una persona envió una pregunta al programa de radio (“solución bíblica”) y decía: ¿Es necesario que yo obedezca a mi jefe solo porque me paga? Y seguramente la persona esperaba que le respuesta fuera que no, que no le hiciera caso y la respuesta fue ¡Que por supuesto que sí! Porque para eso le pagan y no para que el empleado haga lo que él quiere hacer, no tiene sentido.

Al ser obediente, con esa conducta está dando testimonio de lo que es el evangelio y la persona puede por ese testimonio demostrarle al mundo que los evangélicos no son haraganes, desobedientes, indisciplinados, aprovechados, sino que son empleados que verdaderamente valen la pena y que después el patrón quera emplear a más personas de esa congregación.

Lo lamentable es que las cosas no son siempre así; una es que cuando se tiene a un jefe incrédulo el cristiano piensa en primer lugar, para qué me voy a sujetar a un jefe incrédulo. 

En segundo, si el jefe es cristiano, porque es cristiano él va a entender. El sábado le tocaba que entrar a las ocho de la mañana y llego a las diez y cuando llega le dice al jefe “anoche tuve vigilia en la iglesia” y espera que el jefe le comprenda por ser el jefe cristiano; el empleado en horas laborales se pone a estudiar la biblia y el jefe le dice que “¿qué es lo que hace?” él le explica que está estudiando para predicar en la noche y nuevamente espera que el jefe cristiano le comprenda. Pero eso no es correcto.

Una cosa es que el empleado sea cristiano y otra es que quiera abusar de la confianza que el jefe le da por el hecho de que es cristiano. El cristiano al comportarse de la manera inadecuada descrita pone por el suelo el testimonio de la iglesia.

La epístola a Tito, manda a decirle a las mujeres mayores: Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Tito 2.4-5
Otro ejemplo: Un empleado cristiano puede decir; ¡para qué voy a trabajar de más, solo para hacer más rico al jefe el cual es un gran borracho! Y la respuesta de acuerdo a la palabra de Dios es que no, no lo haga para que él sea más rico, hágalo para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

La vida cristiana que a Dios le agrada no es solamente las dos horas que pasa encerrado en el local de la iglesia, no, sino que también a Dios le agrada la vida de cuándo va por la calle, en el auto bus, en el lugar de estudio o en el trabajo, ahí es cuando hay que demostrar que verdaderamente la luz del evangelio ha venido a la vida del ser humano.

En el trabajo puede hacer más de lo que le pidan y alguien podrá decir: “pero, para qué si lo mismo me pagan”. En la carta a los Efesios dice que: no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios. (Efesios 6.6)

No importa si pagan más o no, si no que, como dice la escritura, que lo hacemos como para el Señor, de él tendremos la recompensa.

…Que agraden en todo… (v.9) a sus jefes, no solo lo que tiene que ver con lo que les corresponda hacer.

En este texto dice que agraden en todo, todo lo que es acorde a la enseñanza cristiana, porque si un día el jefe pide que hagan algo que va en contra de la conciencia ahí no está obligado a obedecer, como ingerir bebidas embriagantes para emborracharse, fumar… Cuando la biblia dice que agraden en todo, es lo que está de acuerdo a la palabra de Dios.

Anécdota: a un empleado le despidieron de la empresa donde laboraba porque en una fiesta de fin de año, el empleado que era cristiano se negó a bailar con la jefa y la jefa lo amenazo que si no bailaba con ella lo despediría y fue así lo que sucedió al presentarse a su trabajo ya estaba despedido. Este empleado agrado a su jefa en todo lo que era correcto, pero en lo incorrecto No.

…No sean respondones (v.9)
El patrón algún día lo mandara a llamar y le dirá: que le cuente la clave de su buena actitud, que él nunca le responde mal, nunca lo ha oído renegar, eso le abrirá las puertas para que le diga “mi secreto es que soy cristiano porque Cristo vino a mi corazón y el cambio mi vida y puede cambiar la suya también” y un empleado así está en la posición de poder evangelizar a su jefe, pero si es lo contrario es impuntual, es haragán, respondón, hace las cosas mal y cuando este dice: yo soy creyente el patrón le responderá pues fíjese que no se le nota, y ahí es donde se perjudica el evangelio.

No defrauden, si no mostrándose fieles en todo,… (v.10) hay mucha gente que roba en los lugares donde trabaja, y algunos piensan que porque el jefe tiene mucho dinero cree que no está mal el robarle algo pequeño y algunos cristianos hasta lo hacen pensando en ofrendar a la iglesia, Cristo no es ministro de pecado y por eso es que la ley de moisés decía: No lleves a la casa del SEÑOR tu Dios dineros ganados con estas prácticas… (Dt. 23,18 NVI). Porque ese era un dinero mal habido, de igual manera alguien podría decir “no, si yo lo que saco de la empresa para la que trabajo lo hago para la obra del Señor”. El Señor dice: Te ganarás el pan con el sudor de tu frente... (Gn. 3,19 NVI). 

(Dios no dijo que ganaras el pan con el sudor del de enfrente)

Si el caso es de un empleado que tiene muchos años de estar trabajando para una empresa y esta le sigue pagando el mismo salario mínimo y no hay recompensa, pues no importa, sigue siendo fiel al Señor, porque Él es fiel y no se olvida de aquellos que viven de acuerdo a su palabra y un día el traerá gran galardón y te recompensara.

…mostrándose fieles en todo (v.10) Fieles a la empresa, a la mística de trabajo con sus compañeros, fieles al horario, a sus tareas. La biblia está hablando de fidelidad al patrono y no habla de fieles a Cristo, sino a la relación de empleado-patrono y esto no para que le suban el salario o ganar bonos, si no para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. (V.10) y vamos adornarla con nuestra conducta en el trabajo que desarrollamos para nuestro patrón.

Adornamos la enseñanza de Cristo tomando las recomendaciones de la Epístola: que los ancianos hagan como la palabra dice, al igual que las ancianas, el joven, las jovencitas y que el empleado haga como está escrito. Cuando esto suceda entonces el cristiano tendrá todo a su favor para invitar a que lo acompañen a su congregación y las personas tendrán deseos de ser igual que él.

(Pero… cuando un empleado es respondón, ladrón, mal hablado, haragán, impuntual, mal educado, le dirán: oye dime donde esta esa iglesia que tu vas… para no acercarme por ahí ni a treinta kilómetros, no vaya hacer que me convierta en lo mismo)

Porque la gracia de Dios se ha manifestado… a todos los hombres (v.11) se refiere a los ancianos, ancianas, joven, señorita, empleado, patrón… la salvación es para todo aquel que cree en el Señor Jesucristo.

Guardando la esperanza… (v.13 y esta esperanza es que Él no tardara en venir y vendrá; y cuando esto suceda, ahí si ya no habrá jefes, ya no habrá amos, ya no habrá señores de este mundo, solo habrá uno a quien serviremos y ese es nuestro gran Dios y Señor Jesucristo el justo.

Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. (V.14) Para esto murió el hijo de Dios para tener un pueblo propio, diferente que el Señor pueda decir; este es mi pueblo, “celoso de buenas obras”.

Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie. (V.15) Así termina y así da inicio el capítulo dos; Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. V.1 porque en la ciudad de Creta habían llegado los judaizantes, hablaban de fabulas judaicas y cuestiones de religión que no edifican, el mensaje es: tú en lugar de que te estés peleando con los religiosos necios, mejor enseña lo que corresponde a la sana doctrina. Que los ancianos sean moderados; las ancianas sean reverentes y no mucho vino; a las jóvenes a amar a sus esposos y sus hijos; a los jóvenes que sean sensatos; que los siervos (empleados) que se sujeten A sus amos (patrón) y les dice al final como remachando: Esto habla, esto exhorta y esto reprende y háblalo con toda autoridad, porque esta es la doctrina sana del evangelio. Y le añade que nadie te menosprecie.

Porque para algunas personas esto no tiene nada que ver con el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, porque aquí se está hablando de cuidar los niños, cuidar a los esposos, barrer la casa, hacer bien el trabajo dondequiera que lo realicemos.

La vida cristiana es; ir al templo a congregarse, es cuidar de que su casa este limpia y ordenada, de atender a su familia, es hacer bien la labor para su empleador o jefe, en la empresa o negocio… así es como debemos ser cristianos en el templo, calle, escuela, casa, trabajo…


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