El sonámbulo
Cierto día nació un niño inmaculado y puro, pero era sonámbulo. Cuando se dormía, se levantaba, caminaba sobre el alero de las casas y se introducía en las habitaciones de los durmientes. Sus padres, viendo la incapacidad del muchacho, decidieron internarlo en un prestigioso centro que había en la ciudad. El joven recibía con interés y admiración los consejos de sus cuidadores, impresionado ante su sabiduría e integridad. Pero una noche, el muchacho se levantó, salió de su dormitorio y entró en la alcoba del responsable del centro. Allí tropezó con una prostituta y se despertó. Quedó confundido, porque la vida del profesor no coincidía con sus enseñanzas. Unos días después, volvió a levantarse; esta vez cayó al suelo tras resbalar con una botella de alcohol bebida por otro profesor. El muchacho se despertó, y regresó llorando a su lecho. Esto se repitió varias veces, hasta que el joven enloqueció. Sus padres, ante semejante desdicha, lo internaron en un manicomio. Una vez allí