La soledad
Cierto día, le dijo una joven a su soledad: "¿No podrías buscarme un compañero que aliente mi corazón y comparta mis afectos?". La soledad le contestó: "Ah, ¿un joven como tú que también esté solo y necesite alguien para compartir tus deseos?... Me parece que no va a ser una tarea fácil, pero voy a intentarlo con el muchacho que vive en la otra ladera del valle. Habitaba allí un joven solitario que añoraba comunicar los secretos de su corazón.En sus monólogos decía: "Soledad, enemiga mía, ¿serías capaz de proporcionarme un corazón a mi lado a quien comunicar cuanto llena el mío?". La soledad contestó: "¿No te basta con mi compañía?". Pero el joven dijo: “Todo lo que te cuento lo sepulta tu silencio. Nunca hallo consuelo. Yo necesito un corazón vivo que me escuche, me sonría y me ame". Entonces la soledad añadió: "No es una tarea fácil; sin embargo, lo intentaré con la joven que habita en la otra vertiente de la montaña". Unos día